No lo se. Pero una simple comedia puede nublar nuestro juicio de la libertad o condicionamiento. De la democracia y dictadura. Un trasfondo que se antoja cursi en esta película. Pero que es el trabajo más osado en calidad de Sasha Baron Cohen.
En un pueblo de áfrica nos encontramos a este disfrutable dictador. Que lejos de ser un villano estereotipado, es la viva imagen de los millonarios y sus caprichos.
Esta es la burla (tristemente real) de la cinta; mientras las excentricidades de una persona (entre las cuales esta destruir países) son granos de arena en un desierto ocupado por la democracia que tiene fines más maléficos. La economía (?)
Dándonos un pequeño sabor a las películas anteriores de Cohen, comienza con un estilo documental para ponernos en órbita. Luego de esto el film se convierte por completo en una película narrativa.
Un hecho más que apreciable. Era hora que Sacha Baron Cohen incurrirá en esto.
A la vez la cinta esta más "cuidada" si se lo quiere nombrar de alguna forma. Deja de caer tanto en lo guarro para ser algo más clásico.
La referencia más obvia es cuando se menciona a las caricaturas de Warner o a Popeye al inicio del film. Como queriendo decirte: es por aca por donde queremos ir.
Para tranquilidad de muchos hay muchas, muchas escenas bizarras y escatológicas. Pero lo central en The Dictator son los diálogos.
Nos logra esbozar esas sonrisas que tal vez hallan sido en su tiempo propiedad de David Sucker.
La gracia de la cinta radica en lo contradictorio de los argumentos:
Acá el mal es el golpe que se le da a El Dictador para lograr convertir su nación en una democracia. Un absurdo totalmente aberrante el guion, poniendo lo bueno como lo malo en la cinta. Es casi "una primavera para Hitler" de Mel Brooks.
Si bien el objetivo de la democracia es lograr la venta de los posos petroleros. Logrando una disputa entre: cual es el peor mal? (sin defender a un proceso de facto, puesto que verán en la cinta que este régimen y su dictador tienen la inocencia de un niño. Tratando de no dar spoilers)
La caravana del dictador por, calculo que abra sido la 5ta Av., es perfecta. Unos pocos segundos que muestra cuan grotesco puede ser para un extranjero los desfiles norteamericanos.
La cumbre de la cinta sin lugar a dudas es la escena del helicóptero. Es el humor de Sacha Baron Cohen en su mas puro estado.
Con un discurso inspirador al final de la cinta y unas vueltas de tuerca que a los argentinos nos hace reír (tristemente) viviendo en este "régimen" Kirchnerista. (ni hablar de Venezuela). The Dictator divierte de principio a fin. Esperaba sin dudas algo mucho mas trasgresor, pero el resultado final sigue siendo muy bueno. Disfrútenla.
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