jueves, 12 de julio de 2012

The Three Stooges - Los Tres Chiflados (Critica)

Cuanta alegría me dieron en mi infancia Moe Howard, Larry Fine y Curly Howard.
Cuando me enteré de la intención de llevar al cine sus personajes le tuve desconfianza.

Una pizca de confianza me brindo que estuvieran a cargo los hermanos Farrelly. Luego otra pizca me la quito el reparto. Pero el plato servido he de reconocer que me gusto.
No es sobresaliente, tampoco se decir si es buena, pero es simpática.

Mar de gente defenestró que era estúpido ver a gente golpearse, o que era infantil.
Esa gente no debe haber visto nunca a Los Tres Chiflados y en un momento de la cinta Moe dice "esto es una película para niños".

Lo más importante es que es una película del corazón. Se nota que los Farrelly la hicieron con admiración y cariño a lo que fue una de las mejores series de todos los tiempos.
Si bien el concepto es acertado, la llevada a la práctica fallo un poco.

La caracterización de los personajes es muy destacable. Se deja notar que cada uno de los actores los estudiaron minuciosamente. No cayeron en esas banales declaraciones de "no quise copiar ni imitar lo que se habia hecho antes".
Pero los conceptos malvados no terminan de cuadrar. Tenemos los elementos de la serie; un par malvado tiene un siniestro plan que para salir impunes usan a unos idiotas para llevarlo a cabo. Estos idiotas, que usualmente buscan trabajo, mal entienden la situación y se ven envueltos en la misma.

Hasta ahí la idea es correcta pero, es triste decirlo, en nuestros días es imposible de plasmar. Por eso hay que tenerle simpatía; porque debes saber que es una trama desacorde a la fecha y no un mal guión.


La película esta dividida en tres episodios que tratan de plasmar tres estilos distintivos de los chiflados.
El primer episodio, de obreros incompetentes, es tal vez el más gracioso, a pesar de el segmento de la niñez de los personajes. Esta parte de la niñez es actuada por niños y los chistes se pasan por alto. Habría sido totalmente acertado y 100% de los chiflados que los niños hubieran sido representados por los personajes adultos.
El segundo episodio, de buscadores de empleo, es el más flojo de los tres. El trabajo encargado por los malos pasa sin profundizar. El sketch del hospital es donde uno cree que más se reirá y esboza apenas una sonrisa. Concluyendo todo con los chiflados ofendidos y separados (típico de las cintas Farrelly) muy fuera de lugar cuando venías viendo un cuasi calco de la serie de tv.
El último episodio, de codearse con la alta sociedad, rescata nuevamente las ideas principales y nos divierte un buen rato. Elementos cómo comida en la cara de los invitados es realizado modernizando y reemplazando los clásicos pasteles.


Tenemos entonces un argumento de los chiflados, situaciones (y atuendos acordes a ellas) de los chiflados y para terminar tenemos los momentos individuales de cada chiflado.
Situaciones particulares que destacan las capacidades de Moe, Larry y Curly. Siempre modernizadas y un tanto retorcidas para que uno diga: esto es cuando en tal episodio, pero el remate del chiste es distinto para lograr la carcajada.



La cúspide de la película es Larry David en el papel de una monja. Es goleado, torturado y azotado de una manera hilarante. Tal vez debería haber sido más explotado aún.
Pero si no me tienen fe en que la película tiene un cierto encanto, creo que prestarse Larry David, uno de los mejores cómicos del mundo, a ella es porque algo tiene.
Una película bien dicho para chicos, pero entretenida... Después de todo... no eramos chicos cuando veníamos a Los Tres Chiflados?
Una película del corazón.







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